martes, 9 de julio de 2013

Gavilanes - Día 8

Blog editado por los Real Calcut ¡el mejor equipo de Gavilanes!
En el día de hoy, por cortesía de Peto, hemos desayunado huevos con bacon… nah, nah es broma… desayunamos unas espectaculares tostadas y unas exquisitas galletas con su cola-cao correspondiente, que está mucho mejor. Tras ofrecerle el día al Señor y encargarnos de la liturgia del lunes… ¡comienzan las Olimpiadas! En el día de hoy las clasificaciones han sido las siguientes:
-       Interesantes: 2130 puntos
-       Hombres de Paco: 1930 puntos
-       Huevones: 1870 puntos
-       R.C.G.: 1810 puntos
-       Karol-ingios: 1560 puntos
-       Pipichinos: 1410 puntos
Por la mañana en las Olimpiadas hicimos el clásico juego de los Talentos, en el que se demostró que Belén, debutante en Acción Católica, es oficialmente la acampada más fea del campamento. También descubrimos la debilidad de Ignacio por los garbanzos (entendemos que esa noche hubo truenos y relámpagos en alguna tienda). Tras la comida y el descanso, comenzó la guerra: Rommel (Ignacio) VS Montgomery (Pablo Mourinho).



      Por la tarde los equipos lucharon en batallasaisladas para aumentar su armamento. Montgomery reventó a un débil equipo alemán, que no paró de llorar a moco tendido en toda la tarde. En la recta final se mascaba la tensión y tras unas breves instrucciones… fuera luz, cuerpo a tierra, luciérnagas como espectadores, en una noche sin luna comenzó la batalla campal. Tras los iniciales ataques de tanteo, Rommel rompía la línea defensiva de Montgomery, mientras que éste iba desvalijando a su equipo.


Tras tres días y sus noches, veranos e inviernos de batalla, llegó la hora de planchar la oreja, por lo que todo quedó en tablas, en un conflicto en el que mereció ganar Montgomery. Como secuelas: tres esguinces de dedo, dos contusiones en rodilla, y un cuerpo mareado y des-ubicado (para padres nerviosos… la máxima secuela fue únicamente algún rasguño, pero es necesario dar emoción a la cosa).


En los talleres, en el Trial Survivor aprendimos a coger y comer saltamontes (muy al estilo “El Último Superviviente”). A pesar de la gran batalla, el día estuvo marcado por una creciente unión entre los acampados, fruto de Aquel que verdaderamente da sentido al campamento. La presencia del Señor, que cada día se va haciendo más fuerte.
-crónica realizada por el equipo de “El Real Calcut Gavilanes”-

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